Soy Virginia Gómez, dietista-nutricionista con especialización en nutrición digestiva. Hoy os traigo información valiosa sobre el síndrome de intestino irritable (SII), conocido también como colon irritable, un trastorno que puede ser confuso y desafiante para muchos.
Tabla de contenidos
¿Qué es el Síndrome de Intestino Irritable?
El SII a menudo se percibe como un diagnóstico genérico, un «cajón desastre» para una variedad de síntomas digestivos. Es un trastorno funcional, también conocido como trastorno intestino-cerebro, y no se considera una enfermedad en el sentido tradicional. Esto puede llevar a la creencia errónea de que no hay tratamientos efectivos disponibles.
Criterios Diagnósticos del SII
Para diagnosticar el SII, es fundamental cumplir con ciertos criterios. Estos incluyen dolor abdominal al menos una vez por semana acompañado de cambios en la frecuencia o consistencia de las deposiciones, y una mejora o empeoramiento después de ir al baño. Estos síntomas deben presentarse durante un período activo de al menos tres meses, y debe estar sucediendo al menos seis meses antes del diagnóstico.
La otra parte fundamental para no entrar en ese ‘cajón desastre’ es descartar enfermedades con síntomas similares, es lo que llamamos: diagnóstico diferencial. Del que hablaré más extensamente en otro artículo
Abordaje Integral del SII
Una vez se descartan otras condiciones mediante un diagnóstico diferencial, como la celiaquía o infestaciones por parásitos, es posible confirmar el SII. Aquí es donde comienza un abordaje integral:
1. Tratamiento farmacológico
El tratamiento farmacológico puede incluir medicamentos para aliviar los síntomas como espasmolíticos, laxantes, antidiarreicos o medicamentos para los gases. Estos no curan el SII, pero ayudan a mejorar la calidad de vida.
2. Dietoterapia para el SII
El enfoque dietético es crucial. Si vienes de una dieta desorganizada, podemos empezar con una dieta mediterránea o NICE. Si ya llevas una dieta equilibrada, podemos optar por una dieta baja en FODMAP, que limita ciertos azúcares fermentables que pueden exacerbar los síntomas del SII. Este enfoque se realiza por un período corto y se reintroducen los alimentos gradualmente. Contamos con una capacitación específica para realizar este tipo de dietoterapia que, actualmente, es la que mayor grado de recomendación y nivel de evidencia científica tiene.
3. Apoyo de fisioterapia y psicología
En algunos casos, la fisioterapia y la psicología pueden ser beneficiosas e incluso necesarias, especialmente dado que el estrés y la ansiedad pueden influir significativamente en los síntomas del SII.
Conclusión: Una visión integral es clave
Si crees que tienes SII y necesitas ayuda, no dudes en contactarnos. Recuerda que el manejo del SII no se limita solo a la medicación o la dieta; es un enfoque holístico que incluye el tu bienestar emocional y físico.
En consulta, trabajamos juntos para encontrar el mejor camino para ti, adaptándonos a tus necesidades y estilo de vida.